Un Premio Nobel revelador


A muchos oficialistas –es decir, defensores del ficticio ‘VIH/SIDA’- no les ha alegrado en absoluto la concesión del Nobel de Medicina del 2008. En efecto, haber premiado al Dr. Luc Montagnier, que es un disidente del ‘VIH/SIDA’, y dejado fuera al Dr. Robert Gallo, que es en cambio el principal –y casi único- defensor público del ‘VIH/SIDA’, ha hecho visible una importante brecha en el establishment del SIDA. Y ello les preocupa porque, como en cualquier otra posible estafa, saben que lo mejor es non meneallo.
¿Es el Dr. Montagnier un disidente del SIDA?




Lo es doblemente: tanto de la causa como del tratamiento.

El Dr. Montagnier es disidente de la causa del SIDA desde 1990, cuando formuló su “hipótesis de los co-factores”: “puesto que el VIH no puede por sí solo matar célula alguna, hace falta que haya otro factor que actúe al mismo tiempo sobre la misma célula”. Durante una decena de años estuvo buscando micoplasmas y otros microbios sin encontrar ninguno al que poder convertir en “co-factor del VIH”. Desde hace unos años, habla de co-factores mucho más interesantes y que realmente inciden: miedo, angustia, problemas psicológicos, malos hábitos de vida, etc.

Y el Dr. Montagnier es disidente también del tratamiento del SIDA desde mediados de los noventa: pasó a recomendar que se ingiriese los supuestos antirretrovirales venenosos sólo durante unos pocos meses, y a poner el acento en tomar antioxidantes y en llevar una vida sana. En esta línea, visitó Madrid en diciembre del 2007 en busca de antioxidantes naturales (ver entrevista “El VIH sólo es un problema grave si el sistema inmune está deprimido”, revista DSalud nº 102, febrero 2008).

Recibir el Nobel no le ha hecho renunciar a estas posiciones. De manera clara, cuatro días después de serle concedido el premio, a la pregunta “¿Qué personas tienen más riesgo de desarrollar el sida?”, contestó algo que merece ser estudiado con detenimiento: “El virus actúa en aquellos organismos que presentan ya una situación degradada, por el consumo de drogas o por una vida complicada, con abuso de alcohol, o escasa atención a la alimentación. Algunas personas sanas pueden ser infectadas por el virus durante un breve periodo, pero pueden desembarazarse de él enseguida. La moraleja de todo esto es que hay que llevar una vida responsable, y evitar otras infecciones”. (El País, 12/octubre/8).
¿Por qué el Dr. Gallo es el único defensor público del ‘VIH/SIDA’?


Porque probablemente fue el que lo inventó, y sabe que puede ir a la cárcel cuando se juzgue su actuación de entonces… y de hoy. El artículo premiado en octubre del equipo del Dr. Montagnier publicado en Science el 20 de mayo de 1983, pasó desapercibido. Fueron los cuatro artículos del equipo del Dr. Gallo aparecidos también en Science el 4 de mayo de 1984, los que revolucionaron el mundo del SIDA. Pues bien, hay buenas pistas que llevan a que el artículo central, el que dio nacimiento al ‘VIH/SIDA’, fue falsificado por el Dr. Gallo.

Janine Roberts, veterana periodista, en su libro Fear of the Invisible, aparecido en los EE.UU. el 30 de junio, hizo públicos por primera vez los documentos que demuestran, de forma que parece irrebatible, que el Dr. Gallo manipuló el primer redactado del artículo cambiando radicalmente su contenido. Así, un borrador que explicaba que “A pesar de los intensos esfuerzos, el agente causal del SIDA todavía no ha sido identificado”, fue convertido por el prestidigitador Dr. Gallo en la afirmación de que se había aislado el virus responsable del SIDA. Así de turbia es la base en que se sustenta todo el ‘VIH/SIDA’.

El experimentado policía y detective californiano Clark Baker situó poco después el montaje SIDA directa y plenamente en el terreno delictivo. El 21 de julio hizo público su informe Gallo’s Egg, donde explica: “No se precisa de formación médica alguna para investigar conductas fraudulentas o criminales, así como la financiación utilizada. (…) No se requiere un cerebro de neurocirujano para ver que ningún científico ha demostrado nunca que el VIH: 1) existe; 2) ataca células; ó 3) causa el SIDA. (…) La clave de todo este enorme entramado se encuentra (…) en la declaración original misma del propio Dr. Gallo sobre el VIH. (…) Tras haber investigado miles de crímenes y haber arrestado cientos de miembros de bandas criminales y otras gamas de depredadores, reconozco un asunto criminal en cuanto lo huelo. El VIH/SIDA convierte la estafa Enron en un juego de niños”.

Para quien necesite más pruebas científicas de que la versión oficial del SIDA carece de base, en el 2007 aparecieron dos importantes libros. El de la joven doctora en Matemáticas aplicadas a la Biología, Dra. Rebecca Culshaw, Science Sold Out: Does HIV Really Cause AIDS?, explica que los “modelos matemáticos del VIH/SIDA” carecen de todo rigor. El del Decano y Catedrático Emérito Dr. Henry Bauer, The Origin, Persistence and Failings of HIV/AIDS Theory, documenta exhaustivamente que las estadísticas oficiales de los CDC sobre supuestos ‘infectados por el VIH’, no coinciden en absoluto con las estadísticas oficiales de los mismos CDC sobre supuestos ‘casos de SIDA’, de donde se deduce de forma irrefutable que es falso que ‘el VIH es la causa del SIDA’. Además, en el 2008, el libro del Catedrático Emérito Dr. Etienne de Harven (pionero del microscopio electrónico, en particular aplicándolo durante 25 años a la investigación de retrovirus) y del periodista científico Jean-Claude Roussez Ten Lies about AIDS, explica, entre otras cosas, que no hay ni una sola imagen por microscopía electrónica del supuesto VIH, prueba necesaria de su aislamiento y existencia.
He aquí algunas brechas más en el establishment del SIDA (sacadas de un texto de dicho Dr. de Harven):


-El oficialista Dr. James Chin, veterano epidemiólogo, fue de 1987 a 1992 responsable en la OMS del seguimiento del ‘VIH/SIDA’. En verano de 2007 publicó el libro The AIDS Pandemic: The Collision of Epidemiology With Political Correctness, donde argumenta demoledoramente que ONUSIDA y los activistas del ‘VIH/SIDA’ han multiplicado las estadísticas a fin de mantener el mito de que la supuesta ‘epidemia de SIDA’ pueda extenderse heterosexualmente. Fue decisivo en la reducción en más de siete millones de ‘personas viviendo con VIH/SIDA’ efectuada por ONUSIDA y OMS hace un año.

-En setiembre de 2007, la firma farmacéutica Merck & Co anunció la decisión de abandonar sus ensayos clínicos sobre una vacuna contra el VIH.

-El Dr. Anthony Fauci (Director de programas de SIDA de los NIH) declaró que, en materia de SIDA, “los investigadores tienen que replantearlo todo” (Wall Street Journal, 8/noviembre/7). Y decidió mientras interrumpir todos los ensayos clínicos de vacunas anti-VIH (New York Times, 18/ julio/8).

-“En la era de la HAART (…) el riesgo de diversas condiciones no definitorias de SIDA, incluido enfermedades cardiovasculares, episodios relacionados con el hígado, enfermedad renal, y ciertas malignidades no-SIDA, es mayor que el riesgo de SIDA (NIH Treatment Guidelines, 29/enero/8).

-“La industria mundial del VIH es demasiado grande y está fuera de control. Hemos creado un monstruo con demasiados conflictos de intereses y reputaciones en juego…” (Roger England, Health Systems Workshop, Grenada, “The writing is on the wall for UNAIDS”, British Medical Journal 10/mayo/8).

- “La OMS ha aceptado el hecho de que la amenaza de une epidemia heterosexual mundial de SIDA ha desaparecido” (Dr. Kevin de Cock, director del departamento de VIH/SIDA en la OMS, The Independent, 8/6/8).

-La farmacéutica Roche “ha anunciado la decisión de suspender toda investigación sobre nuevos medicamentos contra el VIH”. (Financial Times, 11/ julio/8)

-El Dr. Peter Piot, Director Ejecutivo de ONUSIDA desde su fundación en 1988, ha tomado la decisión de no solicitar la renovación de su mandato. ¿Casualidad?

Es inútil buscar estas novedades importantes en la gran cantidad de paja interesada pero ya descompuesta que tan abundantemente los oficialistas están haciendo circular en torno al “Día Mundial (para la extensión) del SIDA”. El grano hay que buscarlo en otra parte. Tantos millones malgastados envenenando a las personas etiquetadas ‘seropositiva’, ‘enferma de SIDA’ o ‘terminal de SIDA’, carecen de toda base científica y bio-lógica. En marzo próximo saldrá un libro en español abordando estos y muchos otros aspectos de este invento made in USA puesto en marcha en 1981. Ahora, una Huelga de Hambre en Estocolmo quizás podría aún impedir la entrega de todo el Premio Nobel de Medicina.

Barcelona, 29/noviembre/2008

Lluís Botinas [email protected] investigador independiente presidente de PLURAL-21, Asociación para el cuidado de la vida en un planeta vivo Cartagena, 230, 5º 1ª, 08013 BCN 93.450 13 00 http://plural-21.org Conferencia informativa cada miércoles a las 20 h.

Se ha demostrado la existencia del VIH?



«Si existieran evidencias de que el VIH es el causante del SIDA, deberían poderse encontrar informes que a nivel individual o a nivel colectivo, probasen el hecho, por lo menos con una alta probabilidad.»
Kary Mullis, bioquímico, premio Nobel de química 1993.

Continuum Magazine. Volumen 4, número 3, septiembre-octubre de 1996.


Alfonso Serra Gallego


Biólogo y virólogo por la Universidad de Konstanz, en Alemania, Stefan Lanka fue el primer científico que ha conseguido aislar un virus de un alga eucarótica marina -el Ectocapus Siliculosus Virus, también llamado ESV-; y, sin embargo, no sería tal hallazgo el que le hiciera popular, sino la adopción de una postura claramente enfrentada a la oficial en torno al Síndrome de Inmunodeficiencia Humana o SIDA. Y ello porque, para este biólogo alemán, el virus del SIDA -el famoso VIH- sencillamente no existe. Una hipótesis cuando menos discutible y poco compartida por la mayoría de sus colegas. Y es que no sólo los científicos que apoyan la versión oficial de que el VIH provoca SIDA difieren de él, sino que incluso el más de un centenar de investigadores disidentes de la hipótesis ortodoxa tampoco coinciden con algunas de sus apreciaciones, arriesgadas y polémicas.

En este sentido, cabe recordar que la mayoría de los científicos escépticos o contrarios a la versión oficial -encuadrados en el llamado Grupo por la Reevaluación Científica de la Hipótesis VIH=SIDA-, consideran que el supuesto virus VIH no es el responsable de provocar el síndrome de inmunodeficiencia humana, pero no cuestionan su existencia, como sí hace el doctor Lanka.

En cualquier caso, Más allá de la ciencia consideró conveniente saber algo más sobre las teorías de este virólogo, asistiendo a la conferencia y posterior rueda de prensa que éste ofreció durante su última visita a Barcelona, realizada con el objetivo de organizar un curso y dar a conocer en nuestro país su particular conclusión de que el VIH es una ficción y no el devastador agente biológico que la clase médica y la mayoría de los medios de comunicación han hecho creer. Estas son algunas de las confesiones de este virólogo rebelde.

El estrés de las células


Usted sostiene, en contra de la opinión de la mayoría de sus colegas, que no se ha descubierto hasta la fecha ningún virus llamado VIH. ¿En qué se basa para realizar esta afirmación?

En 1970 se comprobó una actividad enzimática nueva que rompió el dogma central de la genética molecular: cuando el ADN se transcribía a la sustancia mensajera del ARN y ésta hacía lo mismo en la proteína, la actividad subsiguiente transformaba el ARN nuevamente en ADN. Pues bien, los científicos de la época creyeron haber descubierto la explicación del cáncer y una manera de localizar virus nuevos. Sin embargo, 6 ó 7 años después otros científicos demostraron que esa actividad era normal en las células de cualquier ser vivo y la denominaron transcriptasa inversa. Hoy en día, ciertos virólogos afirman que si hay transcriptasa inversa es porque existen virus, contradiciendo esa ley universal acordada en 1976. Y aquí pretenden demostrar la existencia del VIH, cuando en realidad se trata de un proceso natural del organismo de cualquier especie viva.

¿Cómo es posible, en ese caso, que los test del VIH arrojen en algunas personas resultados positivos y en otras negativos?


Esas pruebas detectan los anticuerpos que se han formado frente a las proteínas, anticuerpos que son el resultado del estrés de las células. Por tanto, si una persona está estresada puede dar positivo. En ese caso, aconsejo repetir la prueba cuando el individuo se haya estabilizado anímica y físicamente; y comprobará que el test sale negativo.

Si aceptamos la validez de su hipótesis, ¿qué factores influirían entonces para desencadenar un típico caso de SIDA?


Sobre todo, los tratamientos médicos oficiales de los que hemos abusado y que son muy nocivos. Hay muchos organismos que han sido deñados en el pasado con el abuso de antibióticos tan perjudiciales para la salud como las sulfonamidas, que actúan contra las bacterias y las mitocondrias, células que son los centros de oxígeno del organismo y se destruyen con tales medicamentos. Además, dichos fármacos fueron administrados por los médicos durante períodos de un año cuando la prescripción recomendaba que no se utilizaran más allá de 6 o 7 días. Precisamente el de los homosexuales fue el sector de la sociedad que más consumió estos fármacos, debido a las infecciones que contraían por una vida excesivamente promiscua.

No obstante, hay personas con síntomas terminales de SIDA que no han consumido esos medicamentos


Es cierto, pero también hay que decir que la mayoría de ellas sufren alguna de las 32 enfermedades que se relacionan con el SIDA y que ya mataban antes de la «invención» de éste. Los médicos oficialistas consideran que el VIH destroza el sistema inmunitario, una de las muchas hipótesis falsas vinculadas al SIDA, y por eso afirman, por ejemplo, que los cánceres que aparecen en esos enfermos se deben a ese modo de actuar del VIH; incluso se atreven a hablar de un cáncer exclusivo para homosexuales. Y es que cada vez que añaden una nueva enfermedad al síndrome se hace con la intención de aumentar los casos de SIDA. ¿Es eso científico? Es más: ¿es ético?.

Una nueva generación de fármacos


«Más allá de la ciencia» viene denunciando desde hace años no sólo la inutilidad del AZT, sino sus tremendos efectos yatrogénicos en quienes lo consumen. Y hemos dicho hasta la saciedad que todo esto es un vergonzoso negocio del que han sido cómplices necesarios -aunque se escuden en su ignorancia- muchos médicos. ¿Está de acuerdo?

Decía el doctor Peter Duesberg, un prestigioso biólogo molecular de la Universidad de Berkeley (California), que el AZT era el SIDA recetado. Yo estoy de acuerdo con su apreciación. El AZT nació para ser utilizado contra el cáncer, pero se vetó su difusión sanitaria en la década de los años sesenta a raíz de comprobarse su letal toxicidad. Ahora se receta a miles de personas del mundo entero para gozo de la multinacional Wellcome, respaldada además por los más importantes organismos internacionales de salud pública. ¿Efectos yatrogénicos? Entre otras cosas, el AZT impide la división celular, especialmente de aquellas células que más rápidamente se dividen, como las sanguíneas, las seminales y las de las mucosas intestinales. Así que no es extraño comprobar en qué estado tan lamentable se encuentran todos los que han ingerido durante largo tiempo un tratamiento tan tóxico.

Ahora ha aparecido otra nueva generación de fármacos que actúan sobre las proteasas y de los que se dice no producen esa clase de efectos secundarios. ¿Qué opina al respecto?

Reconozco que no son tan tóxicos como el AZT, pero ya se empiezan a conocer sus efectos secundarios como náuseas, vómitos u hormigueos, síntomas, por cierto, que se esconden a la sociedad. Por otro lado, no conviene olvidar que estos nuevos medicamentos son inhibidores de la protesas, algo que resulta cuando menos peligroso, ya que las proteasas son enzimas cuya función es dividir las proteínas, por ejemplo, durante la digestión, y sin ellas los aminoácidos no pueden ser absorbidos por los intestinos ni reorganizados nuevamente por las células para formar otras proteínas, insulina o fibras musculares. Además, aquí nos volvemos a encontrar con el negocio económico que mueven las multinacionales farmacéuticas en torno al SIDA. Se calcula que un tratamiento de este tipo cuesta 40.000 dólares anuales más 20.000 dólares en consultas médicas y test de anticuerpos -más de siete millones de pesetas, pues, en total. De hecho, el presidente norteamiericano Bill Clinton ha tenido que pedir 52 millones de dólares -unos 6.300 millones de pesetas- de presupuesto extra para sufragar estos medicamentos, con la lógica alegría de laboratorios como Merck y Abbot.

¿Realmente debemos creer que hasta los gobiernos están involucrados en lo que para usted es una enfermedad inventada?

No hay duda de que los responsables sanitarios de los respectivos ministerios de Salud Pública no desconocen la verdad sobre el SIDA, como también sucede con muchos científicos. Pero existen demasiados intereses en juego.

Sangre contaminada: ¿donde está el «cuerpo del delito»?


¿Podría resumirnos brevemente los puntos clave del juicio por «la sangre contaminada» de Gottingen?

En Alemania se acusa de asesinato a personas relacionadas con transfusiones de sangre supuestamente contaminada por el VIH. Pues bien, mi planteamiento es el siguiente: me ofrezco ante el tribunal escogido a declarar -bajo juramento- que el VIH no existe y reto a cualquier otro científico a que demuestre la existencia del virus. Si yo tuviera razón, el juicio sería ilegal ante la evidente falta del «cuerpo del delito». En realidad, el juicio es una cuestión política, ya que la presidenta del Parlamento alemán, Rita Susumud, es a la sazón científica y responsable del SIDA en Alemania. En mi opinión, es un proceso judicial que intenta consolidar definitivamente el mito de la versión oficial del SIDA. SI esto llegara a la prensa internacional, si se supiese cómo actúa el modelo judicial alemán, considerado tan democrático y perfecto, tal vez lográramos romper el entramado creado conscientemente en torno a lo que es un negocio más que una enfermedad.

¿Ha aceptado el Tribunal su ofrecimiento?

Hasta ahora lo han ignorado; sin embargo, creo que al final no podrán escabullirse ante mi insistencia.

¿No tiene miedo a posibles represalias?

No, la gente que tiene poder es demasiado arrogante como para sentirse amenazada. Pero sí he recibido presiones de otro tipo. Por ejemplo, me robaron el coche y lo encontré totalmente quemado; y además me amenazaron académicamente con denegarme el doctorado si difundía mis hipótesis...

Recomendaciones para los enfermos


¿Qué terapia recomendaría usted a las personas con graves deficiencias en su sistema inmunitario?

Si es seropositiva y piensa que lleva una sentencia de muerte encima, lo más importante es convencerla de que no está enferma y cambiar su actitud. El componente psicológico es fundamental. Cuando un médico de hospital regido por la versión oficial dicta la sentencia fatal a su paciente, eso repercute gravemente en el sistema inmunitario. Hay personas que han engordado sensiblemente tras haber dado negativo en un segundo control, lo que debería hacernos pensar. Pero si una persona ya está enferma y con graves desarreglos en su sistema inmunitario, lo primero es encontrar las causas que le han llevado a este estado, desintoxicarla y empezar la curación a partir de ahí. En principio, ningún medicamento es especialmente eficaz a la hora de hacer subir las defensas del organismo. No obstante, hay que insistir en una vida natural. Por ejemplo, es primordial tener una buena digestión y estar mineralizado e hidratado convenientemente, para así equilibrar el organismo falto de estos componentes. Conozco un excelente producto tibetano que se comercializa en Suiza y que recomiendo para estas ocasiones: Padma-28. Además, es fundamental acudir simepre a un médico experimentado que, al menos, no crea en la versión oficial de que el VIH es la única causa del SIDA.

¿Tiene alguna explicación para lo que ocurre en África con el SIDA?

Desde el Congreso de Bangui, celebrado en 1985, el SIDA en África se diagnostica, por falta de dinero, aplicando la «definición de Bangui»; es decir, si un africano sufre durante un mes diarrea, tos y fiebre, ya tiene SIDA. El problema es que esos son síntomas comunes a muchas de las enfermedades endémicas de ese continente. Por otro lado la UNO tiene un plan denominado «SIDA y África», que cuenta con 1.300 millones de dólares de presupuesto -unos 160.000 millones de pesetas-, en el que se desarrollarán tres puntos principales: aborto a todas las mujeres africanas que supuestamente tienen SIDA; esterilización de las que se piense puedan ser portadoras del VIH y, por último, AZT para recetarlo indiscriminadamente en la población africana que posea alguno de los síntomas ya mencionados. Treinta millones de africanos son potencialmente «usuarios» de este plan, que para mí no es sino una nueva arma de control demográfico.

En su opinión, ¿qué hace falta para que las versiones de los disidentes sean más divulgadas?

Hay que presionar a los responsables políticos y científicos que defienden la hipótesis oficial; hay que obligarles, en suma, a que revelen una verdad ocultada impunemente. En los años sesenta surgió un grupo llamado «Marcha a través de las instituciones», que intentó esto mismo que propongo, aunque no prosperó por corrupción de sus dirigentes.

¿No teme que eso mismo pueda ocurrir ahora?

En este momento somos pocos los que diferimos de la hipótesis oficial, una minoría que trata de llegar a otras minorías que considero inteligentes, analíticas y que tienen su peso específico e influencia social. Con la ayuda de científicos de prestigio como el Grupo por la Reevaluación Científica de la Hipótesis VIH=SIDA, y otros investigadores críticos que puedan añadirse, quizá obtengamos el premio de acabar con este mal sueño.

¿Es eso el SIDA? ¿Sólo un mal sueño?

El SIDA, entre otras cosas, es un error gravísimo de la Medicina y la Biología modernas que hay que superar y que ojalá sirva como ejemplo para nuestro propio proceso evolutivo. Diez mil científicos investigan hoy sobre un virus inexistente y la inteligencia de tantas personas no puede perderse en ese invento para que otros hagan sus particulares negocios con el SIDA. Mi labor está dirigida por la esperanza de que algún día se sepa la verdad, sea ésta cual sea.


-¿Cual es su teoria sobre el SIDA?


Epidemic Intelligence Service (EIS).-«Al final de los años 70, surgieron gritos de alarma sobre diversas enfermedades ligadas a la forma de vida de una parte de los homosexuales. Algunos homosexuales sufrieron enfermedades muy importantes a causa de un uso excesivo de antibióticos como preventivos y del consumo de productos químicos como estimulantes sexuales. Todos ellos provocaban muchos efectos secundarios. El doctor Michael Gottlieb publicó un artículo donde se hablaba de cinco casos de jóvenes homosexuales que habían muerto por una pulmonia extraña. A partir de este artículo, la agencia EIS (Servicio de Información Epidemiológica) del CDC (Centro para el Control de Enfermedades) de Atlanta lanzó un conjunto de malas interpretaciones conceptuales que sirvieron de base para implantar el SIDA. Por ejemplo, presentaron estos jóvenes como sanos y esto era falso porque todos ellos habían sido tratados con sulfonamidas y habían consumido estimulantes. A esto, se sumó el interés por parte de muchos políticos de frenar el movimiento de liberación homosexual y de tapar los efectos de las sulfonamidas para evitar las denúncias contra los laboratorios reclamando grandes sumas de dinero».



-¿Como argumenta que el virus del SIDA no existe?


-«Un virus no es una entidad viva, no puede dividirse por sí misma sino que necesita estar dentro de una célula. Es una unidad muy estable y, por lo tanto, fácil de caracterizar, definir y aislar. El VIH no ha sido nunca aislado y las cuatro fotografias básicas para demostrar su existencia -el virus infectando células, el virus solo, sus proteinas y su ácido nucleico- no han sido nunca publicadas. Lo que se han presentado son fotografias de partículas intracelulares».

-¿Qué señalan, pues, los tests que se usan para saber si una persona es o no seropositiva?


-«La información que se ha utilizado para hacer los tests es errónea. Los tests buscan unos anticuerpos que aparecen ante unas proteinas determinadas y solamente aquellas personas que las hayan recibido del exterior o las hayan generado en una situación excepcional de estrés las generan. Esto explica porque en los homosexuales solamente aparecen en una minoria, aquellos que llevan una vida muy activa, tomando sulfonamidas y estimulantes».

-¿Los medicamentos que se suministran son efectivos?


-«Este es el gran drama, ya que el primer medicamento oficial contra el SIDA es el AZT Retrovir, un producto que se inventó en el año 1964 contra el cáncer. Resultó tan tóxico que no se llegó a aplicar a personas. Y ahora se aplica a todos los etiquetados de SIDA. Este medicamento es un veneno porque impide la división celular y, por lo tanto, es un producto que ataca la sangre y la médula ósea. Es inmunodepresor y en cambio se está suministrando para tratar una enfermedad que se llama síndrome de inmunodeficiencia».

-¿Si el virus del SIDA no existe, cual es el origen de la enfermedad?


-«Las enfermedades que originalmente se pusieron bajo el nombre de SIDA eran aquellas que aparecen en grupos minoritarios de la población, que tenian una vida muy destructiva y que tenian graves problemas de salud. Desde el 1981 hasta el 1983, fueron la pneumonía y el sarcoma de Kaposi las que permitieron poner la etiqueta de SIDA. El 1983 se amplió a doce enfermedades; el 1985, con seis; el 1987, con ocho y el 1993 con tres más. Ahora hay 29 enfermedades, todas ellas existentes antes del 1981, metidas dentro del saco».

-¿Así, de qué mueren las personas si el VIH no existe?


-«Las personas que han sido etiquetadas con el SIDA se estan muriendo de miedo, de problemas psicológicos y emotivos y por los tratamientos que siguen. Las cifras de los muertos por el SIDA están hinchadas, porque se incluyen aquellos que mueren de les 29 enfermedades nombradas».

-¿Y si es verdad que es un montaje, porqué se ha construido?


-«Por un lado, para tener controlado el movimiento de liberación homosexual y eliminarlo. El papel que antiguamente había jugado la Iglesia para tener atemorizada la población ahora lo juega el SIDA. Además, existe todo un negocio alrededor del SIDA, multinacionales farmacéuticas que ganan dinero gracias a ello».

-¿Qué diria a las personas presuntamente infectadas?


-«Que no tienen una enfermedad mortal y prevenirlas contra los medicamentos estándard. Existen enfermos terminales que se pueden recuperar si dejan de tomarlos y entran en una dinámica de optimismo y de tratamientos no agresivos. Existen tratamientos de tipo natural que podrian dar buenos resultados si se aboliese la sentencia de muerte que existe alrededor del SIDA».